by Lisa Haney

miércoles

INSURRECTXS, un poema de Gsús Bonilla

INSURRECTXS: 

un buen día
heredamos un pompero
:
agua glicerina
y un poco de detergente
barato
no era
precisamente un cóctel
molotov
pero vi
el brillo de sus ojos y pensé
… qué coño
en todas las revoluciones
siempre hubo episodios violentos.




Gsús Bonilla 

GENIO, un poema de Jorge M. Molinero.

Lo he leído,
ninguno lo pudo superar. Todos murieron
alcoholizados o drogadictos,
locos
depresivos. La mayoría se suicidó
antes de la treintena,

no pudieron saltar la sombra alargada
      de su padre
considerado un genio.

Por eso yo, ahora, en vez de escribir
el poema que me haga inmortal,
me tumbo en el sillón a escuchar a INXS
en calzoncillos. Me corto las uñas de los pies,
engordo con bollería industrial y me quejo de todo.

Es mi manera de apartar un peligro más
a mi pequeña Julieta.


FAMILIAS UNIDAS, un poema de Javier Gm

Me siento en una terraza de la Avenida de Francia,
pido un café cargado y lo que veo no es más que:

Papagatos, jiraquiles, 

remitentos, menticóneos, 
sobañipos, canquetusidos,
tisnumamos, rokentauras, 
sapigelios, 
tropimecatos, versulóbedas, 
vertuglecianos,
friñapérridos, junafríbidos, 
quedopántidos,
trajetópegas, antoberrisófagos, 
tavertesáñidos,
ertópeos, blinfames, 
farlúpetas, dispavizos,
perifomalfos, junicojónidos, 
potenduranos,
madrisionadas, finchotellas, 
dimandronios.

el resultado de:

El lago azul, la Nancy y sus primas, 

Ghosth, Cheiw, Bic Naranja escribe fino, 
Pocahontas, Bic Cristal escribe normal, 
Heidi, Marco y su abuelo,
Madelman, Dirty Dancing, 
Cine Exin, Enrique y Ana,
Peta-Zetas, 
La Casa de la pradera y como no: 



Verano Azul.

Familias unidas.




LA LÍNEA DE PRODUCCIÓN, un poema de Heriberto Yépez

LA LÍNEA DE PRODUCCIÓN
es un cortejo
de componentes
muertos
que los gerentes
de las industrias
desarmaron
manos
de muchachas
del tercer mundo
reconstruyen
réplicas y prótesis
muñecas barbies
ropa Sears
empacan audífonos
todo lo hicieron
con guantes
para evitar 
irritaciones
en la piel
huellas en el
artefacto
pero algunas
las usaron
para no dejar
un toque de amor
en nada

jueves

Un poema de MARIANNE LARSEN

Se siente como un áspero muro de piedra artificial
contra la espalda
sin embargo se nota el roce suave
de las puntas de las hojas de una planta en la nuca

un pájaro debe de haber volado
a través del muro
que me separa de los otros en la prisión del mundo

bien adentro de la oscuridad del muro
impenetrable en ocasiones
tal vez al pájaro se le haya perdido una semilla
ha debido de echar raíces

finalmente el diente de león se ha hecho tan grande
que puede reventarlo todo.


Marianne Larsen

LARGA DISTANCIA, un poema de León Molina

Hemos estado juntos
durante muchos años
y sin embargo yo
no he parado de perseguirte.
Si alargaba mi brazo
tu cuerpo se ofrecía a la caricia
pero yo buscaba no sé
algo como acariciarte por dentro.
Siempre que emprendí el viaje
estabas cerca susurrando “vamos”
cuando mi anhelo era no sé
algo como llevarte junto a mí
sin que estuvieras y que la suerte
tuviera bien atado nuestro encuentro.
Si en la dificultad mis ojos
buscaban en la lejanía
tú andabas por allí confiada
canturreando nuestras canciones
pero yo esperaba no sé
quizá como que tú entonaras
himnos tristes para mi pena.
Toda la vida rebosante
de ti y al mismo tiempo
buscando algo no sé
como rellenar un vacío.
Hasta comprender que el amor
es esto esta carrera cruel
que te ofrece unos metros de ventaja.
Después de tantos años
todo está bien ahora.
He llegado hasta ti
aquí te tengo ya
sólo a un pequeño esfuerzo
si acaso yo lo hiciera.


León Molina

Un poema de MIRIAM REYES

No soy dueña de nada
mucho menos podría serlo de alguien.
No deberías temer
cuando estrangulo tu sexo,
no pienso darte hijos ni anillos ni promesas.

Toda la tierra que tengo la llevo en los zapatos.
Mi casa es este cuerpo que parece una mujer,
no necesito más paredes y adentro tengo
mucho espacio:
ese desierto negro que tanto te asusta.





Miriam Reyes.

CURRY WURST , un poema de David Benedicte

Las putas de Berlín están a dieta:
comen cafés con leche sin azúcar
y mojan dentro sus venas (la treta
del que no cree en las equivocaciones,
sino en lo que hacer o lo que no hacer).

Desaparecen tras sus chupachups
estas putas reputas argentinas,
portuguesas, canadienses, francesas,
bosnias, chinas, amateurs, enojadas,
blancas, sensibleras, menores, dulces,
rusas, ¿follar?, ecuatorianas, zombis,
rumanas, polacas, acatarradas,
negras, brasileñas, ¿chupar? y suecas
que ejercen en Oranienburguer Strasse.

Son estrepitosamente infelices,
esqueléticas, seropositivas.
Radiantes berlinesas obsesiones.
Se atiborran de mala educación
porque allí donde están ellas no hay nada,
nada, nada bueno en lo que pensar.

¡Me cuentan que su chulo la palmó,
al anochecer, de golpe y porrazo!
Llevan por eso clavada en el flanco
la saeta que no perdona ni al pobre
ni a la puta ni al guardameta calvo
que, leal, se estira de un tacón                           al otro.

Colgando, llevan bolsos de hueso y piel
humanos. En cuyo interior comienzan
las tinieblas crasas de lo absoluto.


David Benedicte

lunes

DIXÁN un poema de PABLO GARCÍA CASADO

por qué se secará tan lenta la ropa por qué persisten
las manchas de grasa de fruta y de tus labios
si dixán borra las manchas de una vez por todas

por qué la aspereza de las prendas la sequedad de su tacto
si pienso en tus manos en tu modo de mirarme de decirme
que por culpa del amor habrá que lavar la sábanas de nuevo

preguntas tristes tristes como todos los anuncios de detergente
y es que no encuentro mejor suavizante que tus manos
en esos bares supermercados desnudos de la noche



Pablo García Casado

sábado

DIRÁN, un poema de Marta Navarro (Marta Entrenómadas)

Dirán que no os pertenece la lluvia,
ellos que ven una nube y ya están vendiendo ríos
a los náufragos.
Dirán que la historia les pertenece,
mientras cientos de huesos rotos siguen aullando
en las cunetas.
Dirán que el día
es un error de la noche
y oscurecerán las horas
adulterando el tiempo que cuelga de los calendarios.
Dirán que dos y dos son cuatro
cuando tú y yo sabemos
que dos y dos pueden ser cuatrocientos,
cuatro mil, cuatrocientos mil,
si nos lo proponemos.
Pero la memoria,
harta de limpiar las huellas del olvido,
masca tabaco rojo y escupe, como nosotros,
el veneno de la serpiente.
Sobre la tierra nunca prometida
los mercaderes construyen trajes de pan negro
donde guardan bajo llave el futuro,
hasta que el silencio se rompe,
aprende el idioma de los sueños
y con voz de fuego dibuja en el mapa de la dignidad.
Vuestro mapa,
vuestra tierra,
vuestros sueños.


Marta Navarro García (Marta Entrenómadas)