by Lisa Haney

jueves

ESOS LOCOS FURIOSOS INCREÍBLES, un poema de José Agustín Goytisolo

Llegan apresurados y nunca dicen para qué
     ni de dónde proceden                                                   
y en seguida te piden dos mil francos
     que casi siempre te han de devolver
o te quitan la toalla sin respeto
     cuando te estás duchando
se ponen la colonia los polvos el masaje
     la loción de tu novio o de tu hija
te arrastran a lugares espantosos o bellos
     y ni siquiera piden tu opinión
y beben prodigiosamente se ponen a cantar
     en cualquier parte
o arman la del gran dios en un bar miserable
     y por motivos nimios
siempre siempre avasallan te compran un sombrero
     o unas flores
y un día salen al galope quizás hacia los infiernos
     qué desastre.

Señora caballero muchachita asustada
     de colegio de monjas progresista:
si se tropieza usted con uno de esos
     locos furiosos increíbles
no le deje escapar llévelo a casa
     son tiernos como niños
a veces tienen frío quién sabe si es porque
     les han pegado duro
duermen poco se lavan se lavan todo el rato y son muy
     besucones y mirones
pero cuidan los libros sacan todas las noches
     el cubo de la basura a la escalera
y están sólo pendientes de tener siempre
     un cenicero al lado.

Tienen por fin el gran inconveniente:
     se van mas vuelven pronto
     duran toda la vida.

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